Matar

Te maté hace un par de noches
y no fue nada misericordiosamente
te maté como alguien que sufre,
que odia y desea vengarse.
Tal vez porque te odio un poco,
porque aún no entiendo porque me dejaste
y entonces, sin miedo, decidí matarte

En la ciudad del pecado hubiese sido alabada,pero en mi cama,
cuando abrí los ojos
y entendí que te había eliminado
no pude más que llorar al entender
que sólo había estado soñando.