Al diablo mulato y de mirada fresca
Me lo encontré de frente
Sin quererlo, sin pensarlo, sin siquiera imaginarlo
Y como tantas veces había pasado
No pude decirle “no quiero”
Porque sí quería
Y lo tuve de nuevo como tantas veces lo anhelé
Y se me quedó en las manos la seña del pecado
La tortura de ser tan sólo un rato
La agonía de verlo irse de mi lado
El diablo vestido de humano...
Me lo encontré de frente
Sin quererlo, sin pensarlo, sin siquiera imaginarlo
Y como tantas veces había pasado
No pude decirle “no quiero”
Porque sí quería
Y lo tuve de nuevo como tantas veces lo anhelé
Y se me quedó en las manos la seña del pecado
La tortura de ser tan sólo un rato
La agonía de verlo irse de mi lado
El diablo vestido de humano...
3 comentarios:
orale!!! ta muy bueno
Por que siempre su demonio es alto y moreno de ojos claros? esta excelente este poema, y yo creo que los que te hacen así si son el diablo, por el paso y por el uso que te van desgastando.
Si, alto y moreno... ojos claros no, mi diablo tienes los ojos calidos y frescos, mas no claros. Si fueran claros, tal vez hace rato que se hubiera transparentado el daño que me va a causar su compañía, pero no es así... lástima...
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