Te observé a la poca distancia
hoy por última vez.
Tan de metal como siempre
porque no conoces otra forma de ser vos.
El ambiente tan gris y las sonrisas tan vacías.
Tus ojos llenos de asombro, mi consuelo en medio de lo que no debería ser.
Y ahora comprendo que hoy fue la última vez...
Y los miles de kilómetros te llevaron lejos...
Y sí, fue la última vez que tu mano reposó en mi hombro
que tus labios pronunciaron mi nombre
y que mi estrategia se tejió en la mesa
de los recuerdos no gratos..
Hoy es la última vez que te amé tan prohibidamente.
Porque a partir de hoy soy libre.
Y esa libertad implica olvidarte.