12.7.11

Los adioses que no tienen precio

El secreto de tu ausencia me susurra la palabra que buscaba,
la libertad del alma que no tiene precio.
El abrazo de despedidas ignoradas se desvanece
para darle espacio a un sinsabor que sabe a gloria.
El no tenerte es todo lo que tengo,
y sin embargo con ello se llena mi espiritu.
La alegria del no desconsuelo me estalla en el cielo de la boca
y las ventajas de tu partida es lo que sueño despierta y dormida.
Que suerte que te largaras, finalmente descanso en mi cama.